martes, 15 de marzo de 2011

"Different Gear, Still Speeding", de Beady Eye

Muchas expectativas generaba la salida del disco debut de Beady Eye, la nueva banda liderada por Liam Gallagher (que incluye a los también ex Oasis Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock), tras el alejamiento de Noel, el motor más importante a la hora de componer en la banda que compartían los hermanos. Y la separación de los Gallagher era una de los aspectos que acrecentaba estas expectativas. Era el momento de que Liam demostrara si era solo un gran frontman, con un ego acorde, o si estaba para más.
En "Different Gear, Still Speeding", Liam y cía. desestiman todas las dudas y demuestran estar a la altura de la circunstancias. Con un sonido que no permite separarlos de Oasis y sus baladas históricas ("Kill for a dream", "The morning son"), y cada vez menos de The Beatles ("Millonaire", "For anyone"), apoyados en la gran interpretación de Liam que (¿qué mejor calificativo?) con los años se va poniendo más Lennon (escuchar "The Roller" y no relacionarlo con el líder beatle es imposible), Beady Eye tiene un debut más que promisorio. Eso sí. Para acercarse al nivel de prosa de Noel, en este nuevo proyecto comparten responsabilidades compositivas el menor de los Gallagher, Archer y Bell. Y está bien.

viernes, 4 de marzo de 2011

"The King Of Limbs", de Radiohead

La banda mimada del rock (en algunas de sus modalidades) ha vuelto al ruedo. Tras 4 años de silencio ("In Rainbows", 2007), Radiohead vuelve con "The King of Limbs", su octava placa de estudio. Si bien el disco no tiene grandes novedades, y, sin duda, no es lo mejor que han hecho, en los 8 temas que lo componen (se rumorea que habrá una segunda parte que lo complete) se pueden vislumbrar algunos destellos del potencial de la banda. Eso sí, hay que darle varias oportunidades.
"Little by little", es un claro ejemplo de esto, con la gran prosa sufrida de Yorke en su máxima
expresión ("Turn to nasty now, The dark cell, The pit of my soul, The last one out of the box, The one who broke this spell") sobre una base bien oscura (¡qué sorpresa!). Pero los puntos más interesantes llegan de la mitad del disco para adelante, cuando se alejan de su lado experimental/alternativo y se vuelcan a la canción más pura, en la que la voz y la melodía (con piano y guitarras acústicas incluidas) van de la mano ("Codex", "Give up the ghost"). Una mano desgarradora, claro.